Va terminando el curso, pero la actividad no cesa, los proyectos nos llegan solos para poner personalidad y color a nuestro centro.
Estas últimas semanas han sido trepidantes, hemos conseguido cerrar el proyecto #ImaginandoPueblo que les ha apasionado a los alumno/as y que les ha permitido acercarse a una realidad muy lejana de nuestro centro.
Nos ha visitado Alejandra, CEO del Obrador de Momo, un ejemplo emprendedor en entorno rural cuyo éxito se basa en el talento y el arte innato a cada persona. Un elemento precioso para cerrar le proyecto de reto demográfico y fallos de mercado.
PROYECTO "Agenda Escolar". Además, en Iniciativa ayer (viernes día 22/3) hemos terminado y seleccionado la portada de la agenda escolar del próximo curso. Un proyecto que nos encomendó el equiupo directivo y que afrontamos con enorme responsabilidad y con la libertad de crear algo bonito visto por los ojos de los alumnos/as para los alumnos/as.
PROYECTO "Agenda escolar y consumo responsable". Los alumnos/as de 1º de bachillerato colaboraron en la agenda escolar con un apéndice sobre ahorro y finanzas básicas. Acabábamos de terminar la U.D. del dinero. Si crees en la ley d ela atracción, este es un claro ejemplo de ello.
Cerramos el curso con 2º de bachillerato, en medio del proceso selectivo de cátedras (nada justo para quienes tenemos mucha formación y bagaje educativo, pero poca experiencia) surge otro precioso reto no buscado y que me ha llegado de una manera un tanto rara (por decirlo finamente). El reto en sí es ser parte del tribunal para el proceso selectivo de profesores de Secundaria en Economía. Me voy a león durante un mes (una P+++A por mis dos hijos de 4 y 5 años). Pero sin regodearnos en lo malo,lo asumo con optimismo, con responsabilidad y con ganas de que podamos humanizar estos procesos y aplicar de principio a fin eso que yo implemento en las clases.
Dice Deidre Mc Kloskey que hay que humanizar las instituciones, acercarlas a las personas y que las personas se impliquen en su correcto funcionamiento. Pues eso, siguiendo a esta economista, lo asumimos sin quejas, sin buscar atajos para trasladar la responsabilidad de una obligación a otros, pero eso sí con mucho respeto.