La Educación Emprendedora, comentada hoy por Jose Sande en su blog, necesita que las Administraciones Educativas muestren ganas, dedicación y aporten recursos para estructurar de forma efectiva líneas de actuación, materiales y talleres (impartidos por personas externas al centro) que desarrollen en el alumnado tanto habilidades directivas (trabajo en equipo, creatividad, liderazgo) como habilidades analíticas propias para elaborar y concetar un plan de empresa desarrollando un prototipo de producto.
Evidentemente, los centros y el profesorado también debemos implicarnos al máximo en la lograr la mayor efectividad de la materia a la hora de que el alumnado alcance esta competencia, que dicho sea de paso, se considera básica en todo alumnado que finalice la Enseñanza Secundaria Obligatoria. Debemos ir más allá de los manuales, debemos enseñar a emprender desde la realidad cercana del alumnado no desde teorías farragosas alejadas de las inquietudes de su grupo de referencia. DEBEMOS GENERAR VALOR AÑADIDO EN AQUELLO QUE ENSEÑAMOS.
Iniciativas en esta dirección se han llevado a cabo, pero como en todo lo que tiene que ver con la educación, requieren que se le de una vigencia más allá de un año, de este modo aflorarán los resultados y serán sostenibles en el tiempo.
Un ejemplo: MENUDOS EMPRENDEDORES.
El periodista Manuel Campo Vidal dirigió la pasada temporada el concurso Menudos emprendedores, un programa en el que 3 colegios competían por demostrar en diez programas que su proyecto empresarial era el mejor.
Los alumnos tuvieron que pasar diferentes pruebas, como aprender a vender, juegos educativos o técnicas de comunicación.
